Un seguro de vida es un producto de seguros que permite cubrir los gastos financieros de un acuerdo hipotecario en caso de fallecimiento del asegurado. Este tipo de pólizas también protegen a los familiares del asegurado en caso de muerte, ya sea por accidente o enfermedad.
En la mayoría de los países, el seguro de vida no es obligatorio para obtener un préstamo hipotecario. Sin embargo, muchas entidades financieras obligan a sus clientes a contratar una póliza con su propia aseguradora antes de otorgarles un crédito hipotecario.
Ventajas de Contratar un Seguro de Vida
Contratar un seguro de vida para una hipoteca ofrece numerosas ventajas:
- Garantía de cobro – El beneficiario recibirá el importe total del capital asegurado en caso de fallecimiento del titular.
- Cobertura adicional – Algunos seguros de vida cubren todos los gastos relacionados con el tratamiento de enfermedades graves.
- Seguridad – Al contratar un seguro de vida el titular estará cubierto ante cualquier imprevisto.
- Protección de familiares – La familia del asegurado puede contar con un respaldo económico si fallece.
Requisitos para Contratar un Seguro de Vida para Hipoteca
Los requisitos para contratar un seguro de vida para una hipoteca varían de una aseguradora a otra, sin embargo, hay algunos requisitos generales que deben cumplirse para solicitar este tipo de seguro:
- Edad – El asegurado debe estar entre 18 y 65 años.
- Estado de salud – Se exigirá un examen médico previo a la contratación del seguro.
- Tipo de seguro – Dependiendo de la aseguradora, existen distintos tipos de seguros de vida que se adaptan a las necesidades del cliente.
- Valor del seguro – La prima del seguro dependerá del valor del seguro, el perfil del asegurado y el tipo de cobertura que elija.
¿Qué Sucede si No Se Contrata un Seguro de Vida para Hipoteca?
Si una persona elige no contratar un seguro de vida para una hipoteca, el banco tendrá derecho a exigir el reembolso completo del préstamo si el deudor fallece antes de liquidarlo. Si el deudor no tenía un seguro de vida, su familia deberá hacer frente a la deuda hipotecaria. En este caso, la única opción para el banco será reclamar el dinero a la herencia del deudor.
Otra alternativa es contratar un seguro de hogar, el cual cubrirá los gastos de la hipoteca en caso de incapacidad o fallecimiento del titular. Esta opción es menos costosa que un seguro de vida pero tiene una cobertura limitada. Si el deudor quiere obtener una cobertura más amplia tendrá que contratar un seguro de vida.
Conclusión
Aunque en la mayoría de los países el seguro de vida asociado a una hipoteca no es obligatorio, muchas entidades bancarias lo exigen como un requisito para conceder el préstamo. Esto significa que el prestatario debe contratar una póliza con su propia aseguradora para garantizar el pago del préstamo en caso de muerte.
Un seguro de vida para la hipoteca garantiza que los familiares del titular reciban el capital asegurado en caso de fallecimiento. Además, las compañías de seguros ofrecen diversos planes con coberturas adicionales que pueden ayudar a proteger tanto al prestamista como al prestatario.